La ciudad de Sevilla, rica en historia y cultura, se encuentra conectada por numerosos puentes que cruzan el majestuoso río Guadalquivir. Uno de estos puentes, el Puente del Cristo de la Expiración, es una obra arquitectónica significativa que une la ciudad con el Aljarafe y la provincia de Huelva. Descubre la historia y el diseño único de este puente en nuestra entrada de hoy.
El Puente del Cristo de la Expiración es una estructura de acero que se caracteriza por sus dos arcos rebajados, cada uno con una impresionante luz de 130 metros, sin ningún soporte bajo el agua. Estos arcos sostienen un tablero de 223 metros de largo, 30 metros de ancho y 30.5 metros de ancho, creando una vista imponente. El diseño, concebido por José Luis Manzanares Japón, se inspira en el famoso Puente Alejandro III de París. Para mejorar la experiencia de los viandantes, los pasos peatonales a lo largo del puente están cubiertos con lonas blancas que brindan sombra y alivio en los días calurosos.
La historia de este puente se entrelaza con la recuperación de una parte del río Guadalquivir que previamente había estado interrumpido por lo que se conoce como el "tapón de Chapina". En 1991, se tomó la decisión de recuperar el antiguo recorrido del río, lo que implicó la eliminación de este obstáculo y la restauración de más de cuatro kilómetros de cauce fluvial. El puente se construyó sobre el cauce seco antes de que se retirara completamente el tapón de tierra.
El Puente del Cristo de la Expiración adquiere su nombre debido a la cercanía de la capilla del Patrocinio, desde donde la hermandad del Cristo de la Expiración realiza su procesión durante la Semana Santa. Este Cristo es conocido cariñosamente como el "Cristo del Cachorro", y así es como el puente también ha heredado esta denominación. Además, es comúnmente llamado "puente de Chapina" en referencia al área circundante.
Sin embargo, también se le conoció popularmente como el "puente de los Leperos". Esta denominación curiosa surgió debido a que primero se construyó el puente antes de permitir el paso del río, lo que llevó a la creación de una serie de chistes sobre Lepe, un lugar famoso en España por sus chistes humorísticos. La popularidad de este nombre incluso llevó al ayuntamiento de Lepe a hacer una broma en el Día de los Inocentes de 1991, solicitando que el puente fuera oficialmente denominado de esta manera y que Lepe cobrara un canon por ello.
El Puente del Cristo de la Expiración es más que una simple estructura de acero; es un vínculo histórico que conecta Sevilla con su provincia y una parte integral de la rica historia y cultura de la ciudad. Su diseño impresionante y los nombres que lo rodean cuentan historias fascinantes que reflejan la idiosincrasia y el sentido del humor de la región. Un paseo por este puente es un viaje a través del tiempo y una oportunidad para apreciar la belleza y la diversidad de Sevilla.
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