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15.5.- LAS TRES IMAGENES MAS ANTIGUAS DE SEVILLA: TESOROS DE LA HISTORIA RELIGIOSA

La ciudad de Sevilla es conocida por su rica historia religiosa y su devoción a la Virgen María. Aunque las imágenes más famosas y veneradas son las Inmaculadas de Bartolomé Esteban Murillo y las esculturas procesionales como la Esperanza Macarena y la Esperanza de Triana, Sevilla alberga también tesoros menos conocidos pero de una antigüedad impresionante.

Nuestra Señora de la Antigua
Enclavada en la Catedral de Sevilla, se encuentra una pintura mural de incalculable antigüedad: Nuestra Señora de la Antigua. Según la tradición, esta obra se remonta a la época visigoda, lo que la convierte en la representación más antigua de la Virgen María en España. Durante la dominación musulmana, la cristiandad en Sevilla persistió, y esta comunidad mantuvo su fe en seis parroquias, incluida la parroquia que albergaba a la Virgen de la Antigua. Cuando la Mezquita Mayor se construyó sobre esa área, los cristianos tapiaron la Virgen mural para protegerla. Tras la Reconquista, la pintura fue descubierta y trasladada a su ubicación actual en la Capilla de la Virgen de la Antigua. Durante la Edad Media, esta imagen inspiró una devoción profunda, y los marinos y soldados españoles se despedían de ella antes de emprender viajes a América.

Nuestra Señora del Coral
La Virgen del Coral es otra antigua imagen visigoda que recibió devoción en la parroquia de San Bartolomé durante la época musulmana y hoy se encuentra en la iglesia de San Ildefonso. Según la tradición, esta imagen fue pintada por un monje llamado Eustaquio en el siglo VII. Esta tradición podría ser verídica, ya que en el mismo templo se encuentra una lápida fechada en el año 612. La Virgen del Coral, con su belleza indescriptible, es visitada diariamente por los sevillanos.

La Virgen de la Hiniesta
En el siglo VII, el obispo San Leandro de Sevilla, hermano de San Isidoro, recibió varias imágenes de la Virgen como regalos del Papa Gregorio Magno en Roma. Una de estas imágenes, conocida como la Virgen de la Hiniesta, se veneró en la catedral de San Vicente. Sin embargo, en el año 711, cuando los árabes invadieron la región, muchas imágenes religiosas se sacaron de Sevilla para preservarlas. La Virgen de la Hiniesta fue llevada a Valencia y luego escondida en una cueva cerca de Cullera. Siglos después, un caballero llamado Mosén Tous de Monsalve descubrió la cueva y la imagen, que tenía un pergamino que decía: "Soy de Sevilla de un templo que hay junto a la Puerta de Córdoba". La imagen fue devuelta a Sevilla y depositada en la parroquia de San Julián en 1380. Desafortunadamente, la imagen original se perdió en un incendio en 1931, pero una copia realizada por el escultor Antonio Castillo Lastrucci se venera en su lugar. La Virgen de la Hiniesta es conocida como "La Virgen Gótica" para distinguirla de la Dolorosa barroca también esculpida por el mismo autor. El nombre "Hiniesta" proviene de la palabra valenciana "giniesta," que significa retama, ya que la imagen fue encontrada cerca de una retama que ocultaba la cueva.

Estas tres imágenes representan tesoros de la historia religiosa de Sevilla y son testigos de su devoción continua a lo largo de los siglos. La devoción y veneración de estas imágenes revelan la profunda fe que ha impregnado a esta ciudad durante milenios.

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